Bílbilis, aunque el Dios que nació en Delos
te conserve fructífera sin daño
y cuando sobre ti desciende el año
sus guirnaldas te den todos los cielos,
y aunque hagan tus preciosos arroyuelos
fuertes las armas con el noble baño
y aunque eres patria del cortés tacaño
que en todas sus palabras puso anzuelos,
si no encadenas los infieles canes
que tu adüana a los viandantes suelta,
ni tu muro veré, ni tu camino;
que para dar hasta Madrid la vuelta,
embarcarme en Colibre determino,
aunque la dé mayor que Magallanes.
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