Última flor de mi áspero camino,
mejor que última flor, flor de las flores,
resumen de lo humano y lo divino,
escapas, huyes por los corredores.
Sólo veo tus rizos saltarines
y de tus dulces codos los hoyuelos,
mientras de puntas en tus escarpines
eras la bailarina de los cielos.
De bailarina tu airecillo posa,
ibas a bailar ya, y de repente
te tuve que guardar, ¡oh mariposa!,
todo era terror bajo la puente.
Ahora vas y vienes, cada día
el talle más gentil y erguido el cuello;
para mi oído, toda la armonía,
para mi ojo gris, todo el destello.
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