Pues falta no hay en vos,
Desempeñad vuestra prenda,
Qu’esta cifra de contienda,
Mejor me perdone Dios
Que vuesamerced la entienda.
Y mirad a qué me atrevo,
Que aunque la echéis en la cama
Yo lo consiento y apruebo,
Tan sin temor de su fama
Como si fuese una dama.
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