Tú no vienes.
Te sientas a mi lado
y te gusta hacer preguntas
y esperas
que yo extraiga un pez brillante
del fondo del lago.
Pescadora no soy.
Nadie me ha visto enturbiando la orilla del río
con unas botas de agua.
Lo que estremece al buscador de oro,
ese brillo convulso,
para mí es dolor.
Comentarios sobre el poema
Muy emotivo, poema referencia mundial, le voy a adoctrinar a mis hijos. Gracias Luísa 🙂
José