SONETO
Mantos de lumbre tiendes por los mares;
guías la nave al suspirado puerto,
y, abandonando el líquido desierto,
por ti el marino encuentra sus hogares.
Mas ¡qué miro! millares y millares
de hermosas aves a tus pies han muerto;
atrájolas tu foco en vuelo incierto,
y no verán los patrios palomares.
¡Oh Faro colosal! tus vivas luces
son de la Libertad fúlgido emblema;
al que bien te comprende, bien conduces;
pero, al que mal conoce tu sistema,
con atracción magnética seduces,
y en ti las alas mísero se quema.
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