Albor de cielo y mar.
En la campiña
el mar -lebrel de espuma-
se enroscaba en mi pecho
salpicando de angustia
mis cabellos.
Las algas transparentes
bajo el agua arrastraban
sus músicas vivientes.
Oh, campo azul lunar
Mis sueños, qué delirio!
Velados por la niebla estelar?
Oh, míos, míos míos.
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