Deslenguada y altiva la ciudad aparece en el papel.
Habla de un solo entierro donde hubo numerosas viudas.
De casas de vidrio mecidas por el viento.
Sobre un par de máscaras que se quiebran a plena luz.
Esas y otras historias se dispersan veloces
como lebreles ingleses en los días de caza.
Esta ciudad persigue su gloria y no la vislumbra.
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