Para ti tuve sueños. Yo quería
darlos forma, color, límite exacto,
realidad absoluta, línea, tacto,
felicidad para entregarte un día.
Puse toda mi fe, la vida mía
en cada pensamiento, en cada acto,
y sin cejar y sin ningún retracto
firme seguí por si lo conseguía.
Y ya lo ves, mintió mi pensamiento
porque burla el destino a quien se empeña
en doblegar su mar, su rudo viento,
su pecho helado, su maciza peña.
Mas el amante corazón violento
aún sigue, esposa, firme en lo que sueña.
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