I
Cual fenece la luz del claro día
cuando tiende la noche su crespón,
así, entre sombra de tristeza impía,
murió mi corazón.
II
Como cae un águila orgullosa
herida por el plomo destructor,
así, herido por la suerte odiosa,
murió mi corazón.
III
Cual expira la rosa cuya esencia
el conlacto del hielo evaporó,
así, sin un perfume de creencia,
murió mi corazón.
IV
El horrible fastidio me consume,
y mi vida infeliz y pesarosa
de luto se cubrió;
porque triste, y herido y sin perfume,
como la luz, el águila y la rosa,
murió mi corazón.
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