Hace ya algunas horas que está aquí.
Partes de su cuerpo, no las más íntimas,
pero partes de su cuerpo, se han diseminado
y esparcido en las cuatro o veinte esquinas
de esta habitación: Y ahora yo vivo
metido dentro de la cosa que amo.
Un movimiento que hago, y que me estira
fuera de mi cubil, toca una media,
un zapato, una falda o un jersey:
los cotos de una tierra que es la mía.
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