TÚ, por la primavera;
yo, amor, para el verano.
Tú, cuando los jardines;
yo, cuando los sembrados.
Yo siempre prometiendo,
tú siempre preguntando,
que si en el pueblo alegre,
que si en el campo,
que si a la orilla, orilla,
cantándonos
los álamos…
Te pondré la alianza
de oro, por mayo,
en el dedo tercero
-corazón-
de tu mano.
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