Bésame y abrázame,
marido mío,
y daros hé en la mañana
camisón limpio.
Yo nunca vi hombre
vivo estar tan muerto,
ni hacer el dormido
estando despierto.
Andad, marido, alerta,
y tened brío,
y daros hé en la mañana
camisón limpio.
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