Míos fueron, mi corazón,
los vuestros ojos morenos.
¿Quién los hizo ser ajenos?
Cancionero anónimoEn estos tiempos que corren, provechoso es disponer
de una mujer hermosa
Alessandra Mancinghi-StrozziEstas divertidas divagaciones levantaron por un
momento su ánimo, y entregose a la contemplación
Joris-Karl Huysmans
El oro de la tarde
sobre el mar de tu cuerpo
El crepúsculo ardiendo en tu mirada
El ulular de sirenas de tus entrañas
Nuestras lenguas enlazándose como pájaros suntuosos
Contemplando tu belleza y mi deseo
acepto la vida
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