Al caer la tarde ella me crece.
Vuelve una y otra vez con las mismas promesas que yo inventé.
Camina al filo de una Realidad que no me conviene.
Se da a su Ausencia y se revuelca en Abandonos que me joden mucho, como el penúltimo trago que suelo naufragar al pie de la medianoche.
Ella me crece, porque quiero y porque la quiero.
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