Dios te salve, amor mío
lleno de gracia…
(Mi sangre por tu sangre
sangabrielaba.)
-¿Dónde está la cintura
que te anillaba?
-Se me cayó el anillo
dentro del alma.
-¿Y dónde, la amargura
que te apenaba ?
-A tristeza que huye,
risa de plata.
En tu seno otra infancia
mi vida aguarda.
Bendito sea el fruto
de mi esperanza.
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