En las orillas del mar he escrito esta canción
Escuchadla: y dígansela al encontrarla
Es alta, tiene los ojos hermosos y tranquilos
y es rubia como la hierba que ha sentido el estremecer de la guadaña
¡Oh! Te has ido, te has ido, amada, en una tarde de invierno
y mi corazón es una flor marchita
hoja de un poema viejo hace tiempo arrugada
echada al cesto o debajo de la mesa
He buscado defenderte el rostro de la tristeza del atardecer
colocarlo con cuidado en un clavo al icono
para rezar delante de él cuando llueva en el jardín
o cuando sentiría en la noche la canción del olvido
Otrora los pollos se amontonaban a tu alrededor, amada, sin llamarlos
como si fueras su madre y los acariciabas con dulces palabras
Ya no les darás de comer, no saldrás para llevarles a dormir
Ahora el viento amontona círculos de hoja en torno a los troncos secos
¡Oh! Amada, sufro por haberte ido al extranjero
Los pollos no tendrán comida -estás lejos
Me estoy leyendo la infelicidad en un libro
Por una calle vieja llegan al hospital las hermanas de la caridad
Si supieras cuánto sufro por no tenerte ahora a mi lado
para preguntarme: qué es lo que te duele, te has resfriado, pero ya estás mejor…
Versión de Darie Novácenau