Canción de Kaspar Hauser de Georg Trakl

Para Bessie Loos

Amaba el sol que purpúreo bajaba la colina,
los caminos del bosque, el negro pájaro cantor
y la alegría de lo verde.

Serio era su vivir a la sombra del árbol
y puro su rostro.
Dios habló como una suave llama a su corazón:
¡Hombre!

La ciudad halló su paso silencioso en el atardecer;
pronunció la oscura queja de su boca:
soñaba ser un jinete.

Pero le seguían animal y arbusto,
la casa y el jardín de blancos hombres
y su asesino lo asediaba.

Primavera y verano y el hermoso otoño del justo,
su paso silencioso
ante la alcoba sombría de los soñadores.
De noche permanecía solo con su estrella.

Miró caer la nieve sobre el desnudo ramaje
y la sombra del asesino en la penumbra del zaguán.
Entonces rodó la cabeza plateada del no nacido aún.

Versión de Helmut Pfeiffer

Añadir un comentario
Leer la poesía Canción de Kaspar Hauser del poeta Georg Trakl en el sitio Blogpoemas - los mejores poemas hermosos sobre el amor, la naturaleza, la vida, la Patria, para niños y adultos en español de los célebres poetas clásicos.