Digo adiós a los que quieran
mentirse perdurables
en el torrente. Cosechadas
son ya las flores, y se encalman
recuerdos, miradas, alas,
todo mi mar. Benigno
aire nocturno acerca
claridad de fuente, ocultas
voces del fuego. Por el fiel silencio
de nobles árboles
por mí amados, camino
al olvido, dejando atrás
amores, veleros, sufrimientos,
últimas señales de pasos.
Versión de José Batlló
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