Es tu lengua
acierto de vigilia
dejándose llevar
por el lascivo
inquieto
travieso
viento moreno
de mis muslos
Hebra de agua tibia
descubriendo
mis pechos despiertos
piruetea con la gana
que el espejo refleja
en una marejada
de pulsos agitados
Lápiz de filo diligente
perfilando mi abertura
que se explaya
enardece
y grita
soltando su vena
salpicando los sentidos
Voluntad de labios
sometiendo
labios a su voluntad
Anzuelo que pesca
sujeta
y
vuela
con mi carne
al punto preciso
donde el resuello
dice
que termina
y
la quietud
clama
por nace
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