Mis almohadas son distintas
como de hotel costeño, humedas y frías.
Mi cama es comoun enorme trigal que me consume.
Todo el cuarto es un bosque de pinos altos
y desde la ventana miro otro bosque.
Por mi pupila alargada y cilíndrica
busco el destello de luz que me falta.
No soy mas que una lengua de vaca
esperando en el refrigerador a que vengan por mí.
Desde aquí sólo puedo ser el carbón, el humo de este incendio.
(No puedo sacar mis ruedas y transitar)
Soy Leda tratando inútilmente
de suducir a un cisne de transistores
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