Tal como esta hoja purpúrea
que el agua de la tarde apaga
y ligero y triste arrastra el viento,
son los pasos abiertos, premiosos,
de aquellos que buscan el amable
ruido del calor, los muros
suaves y brillantes de sus casas:
viejas telas espesas, sedas olorosas
donde el amor trabaja y descansa.
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