Dar y tener
Nada me das, no das nada,
tú que me escuchas. La sangre
de las guerras se ha secado,
el desprecio es un deseo puro
y no provoca un gesto
de un pensamiento humano,
fuera de la hora de la piedad.
Dar y tener. En mi voz
hayal menos un signo
de geometría viva,
en la tuya, una caracola
muerta con lamentos fúnebres.
* * * * *
No he perdido nada
Todavía estoy aquí, el sol gira
a mis espaldas como un halcón y la tierra
repite mi voz en la tuya.
Y recomienza el tiempo visible
en el ojo que redescubre la luz.
No he perdido nada.
Perder es ir al otro lado
de un diagrama del cielo
por movimientos de sueños, un río
lleno de hojas.
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