Color de lluvia y de hierro
Decías: muerte silencio soledad;
como amor, vida. Palabras
de nuestras provisorias imágenes.
Y el viento se ha alzado leve cada mañana
y el tiempo color de lluvia y de hierro
ha pasado sobre las piedras,
sobre nuestro cerrado zumbido de malditos.
La verdad todavía está lejos.
Y dime, hombre quebrantado en la cruz,
y tú, el de las manos hinchadas de sangre,
¿qué le contestaré a los que preguntan?
Ahora, ahora: antes de que más silencio
entre en los ojos, antes de que más viento
se alce y más herrumbre florezca.
* * * * *
Epitafio para Bice Donetti
Con los ojos hacia la lluvia y los elfos de la noche,
está allí, en el campo número quince, en Musocco,
la mujer emiliana que yo amé
en el tiempo triste de la juventud.
hace poco fue sorprendida por la muerte
mientras miraba tranquila el viento del otoño
agitar las ramas de los plátanos y la shojas
desde su gris casa de la periferia.
su rostro aún está vivo de sorpresa,
como sin duda lo estuvo en la infancia, deslumbrado
por el tragallamas alto sobre el carromato.
Oh tú, que pasas, empujado por otros muertos,
ante la fosa mil ciento sesenta,
deténte un minuto a saludar
a la que nunca se lamentó del hombre
que aquí queda, odiado, con sus versos,
uno de tantos, obrero de sueños.