Te propongo, con ánimo docente,
Varias definiciones de tu cuerpo.
La viajera: “Es un traje de turismo,
entre los muchos que ha de usar tu ser
cumpliendo su moción helicoidal”.
La tenebrosa: “Es el cajón de muerte
o el ataúd grosero en que tu alma
yace y espera su liberación”.
La hotelera: “Tu cuerpo es una casa
que has de habitar un día y una noche”.
La fabril: “Es un útil de trabajo,
una herramienta noble (martillo, escoplo, arado)
con que realiza el alma sus oficios terrestres”.
Sea un útil o un traje, sea chalet o féretro,
cuidarás ese poco de tierra necesaria.
Ni adores a tu cuerpo ni le des latigazos:
es un buey de ojos tristes, pero muy obediente
si no lo abruma el yugo, ni le sobra la alfalfa.
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