Por ti es la vida diáfana y ligera
y el dulzor en el fruto diluido
y es el trino y el viento en la pradera
y el perfume en el nardo preferido.
Por ti tiene razón la primavera
y la luz y la tarde y el sonido.
Y por ti el corazón arrepentido
vuelve desnudo y casto hasta su vera.
Por ti saben los ríos el camino
que conduce otra vez hacia la nube
y el viñedo la sangre para el vino.
Y hasta el lirio, sin índice ni huella,
por línea recta, sin saberlo, sube
su fiel aroma a la lejana estrella.
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