No hay luz sino estupor de luz
en este jardín abrasado
de frío y lenta escarcha donde
alguien cuya sombra te evoca
remueve sin prisa la tierra
y deja en los surcos un hilo
de luz fría donde mis ojos
desde esta página te anuncian
y dicen verte, aunque no estés.
*
Hago inventario de tu ausencia:
ojos no usados, aire intacto,
las horas como lumbre escasa
que el aire no aventa ni excita.
En todo espío transparencias,
temblor que es tu cuerpo inasible.
Hago inventario de tu ausencia
para que sepas de tu vida
a mi lado, cuando no estás.
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