Voy por tu piel desnuda
alcanzando tus manos que diluyen las horas,
acercando mis ojos a tus sueños,
dibujando tu frente, tu mirada,
súbitamente recobrándote.
Comienzo a oír tu voz ahora,
a algún país lejano perteneces,
dueño de alguna embarcación perdida,
así te siento….
Ahondo mi corazón en tu latido,
distante estás del mar soñado
Y a mi orilla te acoges dulcemente.
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