Si el Amor está en mí, ¿por qué la ausencia
Ronda mi corazón y lo alucina?
Y si lejos está, ¿por qué se obstina
En cegarme de luz con su presencia?
Igual que el vaso que perdió la esencia
Una angustia de sed me desatina.
¿Cómo beber la sangre de la espina
Y mi barro colmar de transparencia?
Amor, que me persigues y me huyes,
Buscándote y buscándome: ¿no intuyes
La senda clara y el seguro abrigo?
Tras del párpado leve que te esconde,
Sé que es tu voz la que a mi voz responde
Y que, no estando en mí, tú estás conmigo.
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