La aurora rumorosa al niño apenas
de la baraja destronado impide
palidecer por esas manos llenas
del halo oval (ceniza ayer) y arenasdonde la hora boreal divide
blanco de azul y vendaval de venas
al par que el labio con su luz se mide:
-Tu cicatriz, el tacto y la manera
de reflejar en la madera el corte
no dicen lo que dice, aunque cayera
este al oeste tras la pejiguera
de la doblez de ser mundana y norte,
una mirada – que la tuya, ay, fuera
si el retrato quedárase en la corte.
-Pero queda por ver, al ver tan dura
señal de no trocar la vista en ojos,
pues no hay durar de claridad segura,
qué chispas de esperanza me asegura
dicha empedrada, mas jamás rastrojos,
cuando del humo la corriente oscura
ascienda en busca, a mi pesar, de enojos.
quisiste comenzar de otra memoria
casi invisible tenedor así
así
(nada de nada)
muertos bajo la diestra del limón
cerróse cual conviene el instrumento
que a todo vaticinio satisface gota a gota
de otro pulpo de un casi
así empezaba aquel comienzo
entre aire y ceja por atajos remos
entre bandadas de caballos
y luego
de desposada iniquidad
otra hora otra espada
obediente al metal
a la alianza
otra orilla mentida donde nunca
pero ahora quién da
pobre rodilla un día
como alivio (me digo) como espejo
que no ve que no va
obediente al cristal
entre comienzo y fin sin lago
volveremos (me dices) a jugar
el lazo peligroso está tendido
como fuera de ti
aprisionado en otro invierno
cortaremos el hilo de la aguja
apunta a ciegas el mortal testigo
tan diestramente al encumbrado intento
nada quiere temer
no despertar salvo en el otro brazo
mas libre de rencor
el recuerdo del pan
en soledad de decisión dorada
que nada ve y que va (más azúcar / más luz)
de no decir si el corazón cual río
temer quisiera
acaso preso de ese mismo empeño
partir quisieras
breve y probado
por el nudo del susto aún más cortable
mira cómo empeora la esforzada ceguera aquí
en la farsa invencible y a deshora
las viñas miraremos otras danzas
así quienes hacen racimos del apodo
coronada de tinta o de sospecha se hielan
pendientes de una sola palabra trasquilada
de bronce o de cordero [afila los sentidos
la risa sustentada allí
cara a cara las viñas miraremos
unas y otras se hielan
quienes concurren a la seña
pese a las lanas gimen
otra punta otra daga
afila las espuelas]
así quisiste comenzar a desbarrar
ni a tiros y contra el blanco
contra el éxtasis sacado a concurso
contra las fuentes contra los senderos
y contra todo aquello que se larga sin ruido
contra los trepadores envidiosos
contra la corte y confección fisgando
contra los árboles que no se mueven
contra el silencio su vivito gemelo
contra los ácidos cristales coleantes
contra el chupete
contra las flores que miran al cielo
porque contemplan otras sombras fijas
la manera incruenta de almidonar otro poema
quisimos convertir la vida en una descansada porfía
quisimos fortalecer la imagen desde la barrera
quisimos desmentir que las abubillas roncan además
quisimos elogiar el color por los colmillos
quisimos asimismo cortar zas por lo insano
quisimos buscar agua en el parchís
queremos comprobar que el secreto es la llave
pero la mesa estaba servida
pero la mesa estaba servida
pero la mesa estaba servida
pero la mesa estaba servida
pero la mesa estaba servida
pero la mesa estaba servida
aunque la mesa esté servida
Y no sabiendo jamás
lo que el doble filo es,
bese a la silla sus pies;
que no hay más
aquí que allí.