Pienso en los niños pobres de mi tierra…
En Colorado Springs no hay gente mala.
Cómo quieren al perro y a su perra,
¡son los mejores muebles de la sala!
Aquí perros con suéter y bufandas,
con la alegria azul sobre los ojos.
Allá en mi tierra bajo jacarandas
niños pores sacándose los piojos…
Aquí toman los perros el desayuno
con leche, tostaditas, granizado.
¡Desconocen la pena del ayuno!
Qué tremendo, tremendo este dolor:
¡Vive mejor un perro en Colorado
que un niño pobre allá en El Salvador!
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