«Tomou-me vossa vista…»
Donde las armas tuve más a mano
cautivo me tomó vuestra mirada:
que de buscar defensa a la emboscada
de vuestros ojos, el empeño es vano.
Para triunfo más pleno y soberano,
ver esperásteis mi razón armada;
inútil fue, pues cosa es demostrada:
contra el del Cielo no hay poder humano.
Pero, magüer os haya garantido
vuestro destino excelso esta victoria,
reparad que bien poco os ha servido:
Si en verdad Vos me hallasteis preparado,
Vos en vencerme a mí no lleváis gloria:
la llevo yo por ser de Vos vencido.
Versión de Carlos López Narváez
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