Dormida,
en tu cansancio sólo hay cuerpo,
la materialidad del día grávido.
Soy yo quien imagina alma en tu alma,
la invento con mirar,
rozo tu sueño y eres toda
la que ni tú ni yo sabemos que eres.
Amanece lo exacto sin nosotros,
que nos quedamos fuera de su peso,
temblor de sol en la ventana.
Esta penumbra nos inhibe
de brusca realidad,
aunque amanezca.
Alma es dejar de ser
en algo
y amanece.
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