Lo poco que sé se oculta con un disfraz que
le regalaron a mi madre hace infinitos años
y que provenía de Siam Me presenté a la
fiesta con él y pronto descubrí lo raído y miserable
que era Se pensó que en ello residía
el estilo (siempre que no se distingue el estilo
se lo supone inmenso puesto que no se ve)
Pero yo sabía que era prestado
aunque un recuerdo muy vago de quién era
ella me impedía reconocerlo como ajeno
El Castillo
se vendía de pie se enajenaban objetos preciosos
que la gente no alcanzaba a pagar ni tampoco
deseaba Por esto es seguro que aún hoy
permanece como entonces erguido y soberbio
con la remota intención de entrar en subasta
pero sólo para verificar el deseo de quienes pasan
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