¡Ya ha muerto! En los abismos del olvido
lo sepultó el rodar de nuestra esfera:
¡polvo queda no más, sombra ligera
de todo aquello que en la tierra ha sido!
El tiempo se lo lleva confundido
Con mil años y mil ¡quién lo dijera!
Tan solo el hombre en su soberbia espera
Que llegará a contar los que han huido.
¡Un año que ha pasado! Hacerle cargo
por ser largo, o ser breve, es bien aleve,
¡Quién le pudo llamar feliz o amargo!
¡Quién a medirle por compás se atreve!
Para el que halló la juventud fue largo,
Para el que vio la ancianidad fue breve.
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