Hay una abeja extraña en este colmenar
Alguien ha denunciado su presencia.
Habrá que buscar en todos los panales,
en cada jardín de la ciudad.
Todo indica que se recompensará a quien la encuentre.
Ahora sólo falta que atrapen al hombre repetido,
al que llevo en cada uno de mis gestos.
Sin participación alguna en los himnos inmortales
abdico en el silencio del pasado sombrío.
Olvido vivir mientras concurro a mis sueños.
Duele comprobar que las cosas hayan cambiado últimamente.
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