El olor fino solitario de tus axilas
Un hacinamiento de coronas de paja y heno fresco cortado con
dedos y asfódelos y piel fresca y galopes lejanos como perlas
Tu olor de cabellera bajo el agua azul con peces negros y estrellas de
mar y estrellas de cielo bajo la nieve incalculable de tu mirada
Tu mirada de holoturia de ballena de pedernal de lluvia de diarios de
suicidas húmedos los ojos de tu mirada de pie de madrépora
Esponja diurna a medida que el mar escupe ballenas enfermas y cada
escalera rechaza a su viandante como la bestia apestada que
puebla los sueños del viajero
Y golpes centelleantes sobre las sienes y la ola que borra las centellas
para dejar sobre el tapiz la eterna cuestión de tu mirada de objeto
muerto tu mirada podrida de flor