Pensabas que el que deserta de la vida
vive en el desierto
W. Szymborska
Estar así. No temer al tiempo,
ni al hogar, ni al abandono,
ni al residuo que queda
tras un día de silencio.
Desterrar el miedo.
Ni oscuridad, ni viento de cometa
han de abrir estas ventanas.
La madurez supuesta está formada
por signos invisibles de derrota,
por los desnudos ritos
que celebra la ausencia.
Estar así:
la utilidad del pan y la nostalgia
de los atardeceres vivos
cargados de palabras habitadas.
Sepultar las tablas diversas del recuerdo,
que lo que cubre la tierra,
si no es semilla, se pudre.
Estar así. No más temor al destino:
la incertidumbre espesa
de un día de lluvia
al amparo de un sueño
que, seguramente,
nunca habrá de ser cumplido,
nunca, nunca,
nunca habrá de ser cumplido.