Por la escalera azul de la mañana
el deshollinador.
Su piel de escamas y sus cejas
serpentinas, felices
bailan.
Todo podrá cambiarse,
dice.
Nada me toca.
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Por la escalera azul de la mañana
el deshollinador.
Su piel de escamas y sus cejas
serpentinas, felices
bailan.
Todo podrá cambiarse,
dice.
Nada me toca.