Querétaro es ahora el tiempo
donde encarnan
también nuestros cuerpos.
Atrás los días sin imagen,
las puertas, los espejos,
las máscaras falaces
que la ausencia ha disuelto.
Bajo el hondo sol de enero
han vuelto Aries y Sagitario
a sernos favorables.
Y es otra vez la dicha viajar junto a la luz
que salta entre las piedras y los árboles
e ir con ella
al encuentro del mar:
azul abierto de par en par
a la medida del deseo.
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