Los mundos ficticios e intemporales
de significado manifiesto
no deleitarían,
uno fuera el nuestro
uno temporal donde nada
eslo que parece.
. . .
Un poema; un cuento:
pero cualquiera bueno
nos empuja a querer saber.
. . .
Sólo los pájaros poco melodiosos,
guerreros inarticulados,
necesitan un plumaje llamativo.
. . .
En una casa de citas, tanto
las damas como los caballeros
tienen motes únicamente.
. . .
El Mal enmudecido
tomó prestado el lenguaje del Bien
y a ruido lo redujo.
. . .
Un día triste y árido.
¿Qué falsedad pirata
ha decapitado tu raudal de Verdad?
. . .
En momentos afortunados parecemos a punto
de decir de veras lo que creemos que creemos: r
pero, incluso entonces, el ojo honrado debería guiñar.
. . .
La Naturaleza, consecuente y augusta,
no puede enseñarnos qué escribir o hacer:
con Ella lo real siempre es cierto,
y lo que es cierto también es justo.
. . .
El tiempo te ha enseñado
cuanta inspiración
te aportaron tus vicios,
la deuda de la imaginación
con la tentación
a la que cediste,
que más de un hermoso
verso expresivo
no habría existido,
si hubieras ofrecido resistencia:
como poeta, tú
sabes que es cierto,
y aunque en la Iglesia
a veces rezas
para sentirte contrito,
no funciona.
felix culpa, dices:
igual tienes razón.
Esperas, sí,
que tus libros te justifiquen,
te salven del infierno:
aun así,
sin parecer triste,
sin que en modo alguno
dé la impresión de que te culpa
(no le hace falta,
bien sabe
a qué hace caso
un enamorado del arte como tú),
Dios puede hacer
el Día del Juicio,
que te deshagas en lágrimas de vergüenza,
recitando de memoria
los poemas que
habrías escrito, si
hubiera sido digna tu vida.