…si tú te mantienes libre,
por tu imposible yo,
tú por mi imposible.
Juan Ramón Jiménez
Aún recuerdo cuando te encontré.
Eras el nombre que conocía
por la música de cada sílaba.
Mariposa que volaba junto al fuego,
eras leve pájaro o espuma en tierra.
Aficionados entonces al arte de amar,
te tuve cerca y me tuviste hondo.
Qué jóvenes éramos entonces.
Cuando la mañana era dulce
y la tarde roja en el jardín dormía,
cuando mi soledad buscaba palabras
y tu silencio era una estrella que caía.
Cuando aprendíamos justas palabras
porque vivíamos tiempos de entrega,
porque vivías como agua en el prado,
porque vivía como el sol frágil de las seis.
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