Eres la espina
del espino en flor
del firmamento.
Te marchas para mí
y enhebras la mirada
de los muertos.
Por ser fugaz te afila
en espina
el poema.
Por caer y perderte
subrayando el silencio
te prefiero.
También caigo y me pierdo.
También alguien al verme
cree en su suerte.
Y también se equivoca.
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