Esa mujer me puede
me seduce
Su mirada ausente
lejana
no evoca otros hombres
no me mide
no pretende ni espera nada
Esa mujer
de piernas como escarbadientes
perdida entre mis brazos
es pacífica y luminosa
Dibuja sonrisas
Está ajena al ántrax
a los top ten prefabricados
Ella habla con dios todavía
pero no se arroga ministerios
ni juega a la ouija
Está silente
como un eco al repetir el aliento sagrado
Afuera
la vida es un mundo de pañales
y gente que llega guiada por su estrella
para admirar su paz
porque aún es casi alma
y tomarla entre las manos
permite sentir
casi tocar
el paraíso.
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