Ni la muralla china
ni el alambre con púas
ni los cordones de perros policías
o policías perros
que resguardan las nalgas sociales y cristianas
del hot dog presidente,
nada es capaz
que yo sepa,
nadie puede detenerte.
Ni las minidevaluaciones,
ni la maxi hambre,
ni todos los bostezos juntos de la burocracia,
ni la inflación,
ni la desinflación,
ni la deuda externa:
ajena mortecina
que nos cargaron en la espalda;
ni el patriotismo a sueldo
de las fuerzas desarmadas de la patria,
ni las redes del miedo con que a río revuelto
pescan las religiones;
contigo no se puede:
a todos y a todo
nos pasas por encima; a todo matas;
todo lo pulverizas,
lo desmemorias todo;
a todos nos conviertes en morcillas
para las aves de rapiña;
todo no es más
que una decrépita palabra
escrita en la arena movediza del cerebro;
eso es el tiempo
y no huevadas de relojes.
Comentarios sobre el poema
En este poema se logra ver la veracidad con la cuál avanza el tiempo y que no espera, ni comparte nada con nadie, es quien sigue sin detenerse
Anónimo