Este hombre que ahora cerca mi cuello
con su sabia muralla de labios
quizá abandone de pronto la almena,
quizá desaparezca para siempre.
Porque tiene un tacto en la mirada
que recuerda las plumas de los pájaros.
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Este hombre que ahora cerca mi cuello
con su sabia muralla de labios
quizá abandone de pronto la almena,
quizá desaparezca para siempre.
Porque tiene un tacto en la mirada
que recuerda las plumas de los pájaros.