Este hombre quisiera
romper el cascarón que lo aprisiona
despojarse de su piel gastada
rasgar jirones de escamas resecas
sacar a la luz un cuerpo limpio.
Este hombre está harto
de que le pesen los hombros
le suenen los huesos del cuello
y su pecho comprima aire prestado.
Este hombre no soporta la ceguera
las telarañas adheridas sobre los párpados,
quiere ejercitar el músculo noble
que encierra el brillo de un cuarzo enamorado.
Este hombre quiere dar a luz
el sentimiento, el placer, la complicidad
perderle el miedo a su propia piel.
Este hombre no quiere caminar muerto.
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