Vuelves de andar a solas por la orilla de un río.
Estás llena de música, como un árbol al viento.
Has dejado correr tu pensamiento
viendo en el agua el paso de una nube de estío…
Traes tejido al alma el olor de una rosa.
En lo blando del césped te prolonga tu huella…
Has vivido ¡has vivido!… Y vas, como la estrella,
a perderte en el mar de un alba silenciosa.
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