Esta colina de girasoles
convertida en zompopero humano;
estos hombres amargos
con desafiantes niños sin ropas;
esta sequía veranera
y estas humedades que cultivan fiebres;
estas muchachas morenitas
jugando a ser mujeres antes del tiempo;
estas madres de quince partos
y diez hijos cabales en el hambre;
estos abuelos come-sin-dientes;
estos mendigos de mendigos;
estos ladronzuelos robando cuanto pueden
desperdicios de robos mayores;
estos perros como ánimas solas;
esta ‘fuerteza’ que es paraje y defensa
de los que nacen para morir pobres.
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