¡Huyes, pero es de ti!
J. R. Jiménez
Huías… pero era en mí
y de ti quien huías.
¿Cómo? ¿Adónde? ¿Para qué?
Por todo lo que es vial,
ascensor, tragaluz, puerto
para fugarse del hombre
en el hombre: por la voz,
por el pulso, por el sueño,
por los vértigos del cuerpo…
Por todo lo que la vida
ha puesto de catarata
-en el alma y en el alba-
huías… Pero era en mí.
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