Hay en el lecho pero no hallo nada de Anastasio de Ochoa

Hay en el lecho, pero no hallo nada.
El susto ahuyeritó al sueflo: me levanto
Horrorizada, y del desierto lecho
Salto precipitada con espanto.
Hieren mis manos el turbado pecho,
Y arrancado, en desorden como estaba,
Mi cabello también quedó desecho.
Alumbraba la luna, y yo buscaba
Con la vista otro objeto en la ribera,
Mas sóIo la ribera se miraba.
Acá y allá, sin orden, la carrera
Dirijo, aunque la arena me impedla,
Como no acostumbrada, andar ligera.
El eco solo en tanto respondla
Al grito repetido de ITeseol
ue pronunciaba yo, y él repetIa.
Y cuantas veces en liamarte empleo,
El conmigo te llama, y favorece
En el modo que puede mi deseo.
Hay una alzada roca que parece
Amenazar al mar, en cuya cirna
Algün arbusto apenas aparece.
La inquietud me dá fuerzas v me anima:
Subo a la altura con fatiga grave,
Y las ondas registro desde enctma.
Con las velas infladas vi tu nave
(Que en esto también fuI desventurada)
Alejarse ligera como el ave.
0 ya fu6 que la viera, 6 que enga1ada
Creyese verla, yo quedé al instante
Aun más que el hielo frIa y desmayada.
Al fin hace el dolor que me levante,
Y cuando del letargo me remueve
A gritos liamo al fugitivo amante:
«A ddnde vas,__exclamo,_eSPOs 0 aleve?
Vuelve, torna el bajel, que es tiranI
Que el nümero que trajo falto ileve.»

Añadir un comentario
Leer la poesía Hay en el lecho pero no hallo nada del poeta Anastasio de Ochoa en el sitio Blogpoemas - los mejores poemas hermosos sobre el amor, la naturaleza, la vida, la Patria, para niños y adultos en español de los célebres poetas clásicos.